El Husky siberianos es un excelente compañero para aquellas personas que entienden y son consecuentes con sus necesidades únicas. Con una esperanza de vida de 12 a 15 años, este perro puede convertirse en un miembro valioso de la familia durante mucho tiempo.
Condiciones de vida. Si vives en un apartamento es posible que debas esperar para adoptar a un Husky siberiano a menos que puedas proporcionarle mucho ejercicio. Una casa con un gran patio cercado es lo mejor para esta raza siempre y cuando no seas muy dedicado a tu césped o jardín ya que le gusta cavar.
Ejercicio. El Husky siberiano tiene mucha energía por lo que necesita hacer ejercicio todos los días por lo que puede ser un gran compañero de entrenamiento. Si no tienes un gran patio donde tu mascota pueda correr, debes llevarlo a caminar o correr todos los días pero debes tener cuidado cuando el clima esté cálido.
Preparando el jardín. Antes de adoptar a un Husky siberiano debes tener el jardín a prueba de escape porque a esta raza le gusta vagar y explorar. La valla tiene que tener al menos seis pies de altura y ser sólida, ya sea con alambre o muros de hormigón para evitar que excave.
Prevención de escape. Nunca debes dejar a un Husky siberiano sin correa en el parque o durante un paseo porque es probable que huya. Esto no quiere decir que es desleal o que no le agradas, simplemente que le gusta explorar y dar recorridos. Si adoptas a un Husky es bueno que le coloques un microchip en el veterinario además de tenerle siempre una etiqueta con su nombre, el tuyo así como la manera de contactarte en caso de que se pierda.
El clima óptimo. El Husky siberiano está bien adaptado a vivir en climas fríos pero puede llegar a sentirse muy incómodo e incluso caer gravemente enfermo cuando en climas demasiado cálidos. Si vives en un lugar cálido debes proporcionarle sombra suficiente cuando esté haciendo exteriores y aire acondicionado en interiores. Durante el verano puede ser que tengas que ejercitarlo temprano en la mañana, al caer la tarde o encontrar maneras de ejercitar su cuerpo y su mente dentro de la casa.
Derrame. Debido a que tiene un pelaje grueso, el Husky siberiano puede derramar mucho pelo, sobre todo en climas cálidos y durante las estaciones de muda. Dos veces al año pasan una semana o más derramando grandes cantidades de pelo. Debes pasar la aspiradora con frecuencia, cepillarlo diariamente y aun así aprender a convivir con montones de pelo.
Liderazgo. El Husky siberiano ha sido criado para trabajar con un líder, por lo que tienes que comportarte como tal o de lo contrario va a dominarte. Las clases de entrenamiento y obediencia pueden ayudarle a establecer una jerarquía poniéndote a ti y a tu pareja como líderes. Si no puedes proporcionar coherencia y claridad en el liderazgo, esta puede que no sea la raza más adecuada para ti.
El Husky siberiano con otras mascotas. El Husky siberiano tiene tan fuertes instintos depredadores que los animales domésticos más pequeños como los gatos, aves, conejos y hurones no están seguros conviviendo en la misma casa. Puede llevarse bien con perros de otras razas pero esto puede variar en dependencia de las características de cada individuo.
Temperamento. El Husky siberiano es amigable, juguetón, inteligente y se aburre con facilidad. Si tienes que dejarlo solo por más de ocho horas al día, es posible que quieras adoptar otra raza porque el Husky puede ser destructivo y excesivamente hiper activo cuando no tiene suficiente ejercitación y ladrar mucho si se siente desatendido. Aunque como es tan amable y rara vez ladra, por lo general no es un buen perro guardián.
Apetito. Por la gran energía que tiene el Husky siberiano se puede pensar que come mucho pero no es así. De hecho puedes sorprenderte al ver las pequeñas porciones de alimentos que necesita.