Con la reputación de ser quisquillosos, los Yorkshire Terriers requieren de gran cantidad de proteínas para su pelaje, que crece como el pelo humano. Repletas de proteínas, estas delicias caseras son bastante deliciosas, incluso para el Yorkie más exigente.
Consideraciones dietéticas. Juguetón, animoso y curioso, el diminuto Yorkie requiere hasta un 35 por ciento de su ingesta diaria de proteínas para alimentar el crecimiento constante de su cabello y mantener su piel sana. Las golosinas a base de proteínas contribuyen a este importante requerimiento nutricional, junto con la dieta regular. He aquí tres recetas de golosinas que incluyen proteínas de alta calidad a partir de huevos, carne, queso y granos enteros.
Las golosinas caseras horneadas son difíciles para cualquier perro de resistir, y cuando se hacen con ingredientes saludables, usted sabrá que su Yorkshire Terrier comerá algo que es bueno para él. Estas crujientes delicias, libres de dulces, también se ocupan de la alta incidencia de enfermedades dentales en la raza y dan sus dientes y encías un entrenamiento.
Bocadillos de hígado. Crujiente, sin grano y cargado de proteínas, los bocadillos de hígado son los favoritos de un Yorkie. Para prepararlos, precaliente el horno a 300 grados Fahrenheit. Haga pure 1 libra de hígado de pollo en un procesador de alimentos y viértalo en un tazón. Limpie el procesador de alimentos de inmediato, para evitar una limpieza desordenada después. Añada 1 1/2 tazas de harina de garbanzo y huevos frescos al hígado y mezclar bien. Forrar un molde para hornear con papel de aluminio y vierta la mezcla en el molde. Hornea durante 30 minutos. Retirar del horno y cortar en pequeñas porciones con un cuchillo, un cortador de pizza o cortador de galletas hará el trabajo. Encienda el horno a 150 grados Fahrenheit y hornea los dulces durante dos horas más. Retira del horno y deja enfriar sobre una rejilla. Almacénelo en un recipiente hermético en el refrigerador.
Galletas de pollo. Estas deliciosas galletitas tendrán a su Yorkie haciendo un feliz baile, y están hechas con caldo de pollo sano, hecho en casa. Para prepararla, precaliente el horno a 325 grados Fahrenheit. Pica 12 onzas de muslos de pollo sin piel sin hueso, y colócalo en una cacerola con 17 onzas de agua fría. Lleva a ebullición y cocine a fuego lento durante 15 minutos hasta que el pollo esté bien cocido. Retire el pollo del agua y deje enfriar. Reservar el caldo y desmenuza finamente el pollo cocido. En un tazón grande, combine 1/2 taza de harina de arroz integral, 1/2 taza de harina de avena, 2 onzas de germen de trigo, un huevo batido, 4 onzas de aceite de oliva, una cucharada de estragón seco y una cucharada de perejil seco. Agregue el pollo y mezcla bien. Poco a poco agregue 6 onzas del caldo reservado para hacer una masa. Coloque pequeñas cucharadas de la masa a 1/2 pulgada de distancia en una bandeja de hornear engrasada y aplánalas con una cuchara. Cepille las galletas con un huevo batido. Hornea durante 25 a 30 minutos, o hasta que esté firme al tacto. Retire las galletas del horno y deje enfriar completamente sobre una rejilla. Guarde las sobras en el refrigerador hasta por dos semanas.
Delicias de manzana, queso y tocino. Con un trío de favoritos para los perros, estas delicias se improvisan en un instante. Para prepararla, precaliente el horno a 350 grados Fahrenheit. Cocine seis rebanadas de tocino hasta que estén crujientes, entonces muela finamente en un procesador de alimentos. En un tazón grande, mezcle una taza de harina de avena, una taza de harina de arroz integral, 1/2 taza de queso cheddar bajo en grasa rallado, 1/2 taza de puré de manzana sin azúcar, 1/2 taza de copos de avena y un huevo. Mezcla bien hasta que quede pastoso. Estira sobre una superficie ligeramente enharinada de ¼ de pulgada de grueso. Corta con un diminuto cortador de galletas en forma de hueso o cree diferentes formas con un cuchillo o un cortador de pizza. Colóquelas juntas en una bandeja para hornear forrada con papel de aluminio y hornea durante 20 a 25 minutos hasta que estén doradas. Retira del horno y déjalas enfriar completamente sobre una rejilla. Guarde las sobras en un recipiente hermético en el refrigerador.