Estas dos grandes razas de perros, el dogo de Burdeos y el mastín napolitano, lucen como familia. Si estás pensando en comprar un cachorro, debes considerar si tienes la experiencia necesaria para hacer frente a cualquiera de estas dos razas, que plantean desafíos similares, en particular para un dueño novato. La principal diferencia entre un dogo de Burdeos y un mastín napolitano tiene que ver con la apariencia y el tamaño.
Dogo de Burdeos. Esta raza mastín francés remonta sus orígenes a la época medieval, cuando fue utilizado como perro de guerra y caza. Con el tiempo la raza se convirtió en un perro de trabajo para todo uso. Es notable por su enorme cabeza, coloración rojiza y sus pliegues faciales. Por lo general pesa entre 99 y 150 libras, un perro adulto mide de 23 a 27 pulgadas de altura. A este perro tan impresionante se le cae la baba, hace resoplidos como cualquier otro perro y aunque tiene una capa corta de pelos, arroja una gran cantidad.
Debido a su tamaño, el dogo de Burdeos no es adecuado para la vida en apartamentos. Es muy juguetón en interiores, pero torpe, por lo que en espacios confinados puede causar estragos. Lo ideal sería tenerlo en una casa grande, con espacio al aire libre cercado con seguridad, de forma que pueda tener una buena caminata diaria.
Este perro es de carácter fuerte y necesita un dueño igualmente de carácter fuerte, con experiencia en el manejo de una gran raza. Puede ser gentil, cariñoso y leal con su familia, pero no siempre reacciona bien con los extraños u otros perros.
Mastín napolitano. Este mastín de origen italiano es aún más grande que su primo francés. Su cuerpo musculoso pesa entre 110 y 154 libras y su estatura adulta es de entre 23 y 29 pulgadas. Su característica distintiva que lo distingue del dogo de Burdeos, es la piel floja y sus abundantes arrugas y pliegues, sobre todo alrededor de la cabeza. Los colores típicos de su pelaje son el gris, negro o caoba, que también lo diferencian de su pariente francés leonado. Los romanos utilizaron esta raza como luchadores en el Coliseo y como perro de guerra, Sus instintos de lucha necesitan un propietario fuerte y experimentado que no permita que este perro se salga con la suya. El mastín napolitano no es tan idóneo para el entrenamiento como un dogo, es conocido por ser testarudo, perezoso y muy independiente cuando se trata de clases de obediencia. No se muestra tan interesado en el ejercicio ni le gusta tanto el aire libre, pero sí necesita paseos diarios. Al igual que su similar francés, el Neo, como lo llaman los fans, es susceptible a un golpe de calor, por lo que los propietarios tienen que asegurarse de que ambas razas se mantengan frescas cuando hace calor.
Similitudes entre ambas razas. Hay más similitudes que diferencias entre estas razas de perros, ambos proporcionan desafíos similares a sus propietarios. Son excelentes perros guardianes, si eso es lo que quieres. En las manos de un propietario inexperto ambas razas pueden causar graves daños a las personas y otros perros, es necesario considerar esto antes de comprar un cachorro. El Neo, en particular, puede ser imparable si percibe una amenaza para su propietario. Ninguno de los dos gusta quedarse solos por largos períodos de tiempo, se sienten miserables y pueden llegar a ser destructivos si no tienen ningún tipo de compañía.