La frase «se pelean como perros y gatos» preocupa a muchas personas a quienes les gustaría tener a ambas mascotas en su vida. Existen millones de hogares que tienen gatos y perros los cuales juegan sin problemas. El temperamento del Cocker spaniel le permite ser un buen compañero de juegos para un gato.
Personalidad del Cocker spaniel. El Cocker spaniel es un perro dulce, leal y tolerante que le encanta ser un miembro más de la familia. Se lleva bien con los niños, visitantes, otros perros e incluso gatos, anhelando la atención en cualquier lugar en el que esté. Siempre que se introduzca correctamente y que no haya tenido malas experiencias en el pasado con un gato, un Cocker spaniel aceptará a uno muy rápidamente. Aquellos que parecen desconfiar sólo requieren de un poco de tiempo y paciencia hasta que finalmente se conviertan en buenos amigos.
Presentaciones. Un Cocker spaniel y un gato tienden a llevarse mejor si se introducen desde pequeños para que puedan crecer juntos. La primera introducción debe ser supervisada sin importar la edad que tengan. Asegúrate de que tu gato tenga una zona segura desde la que pueda saltar; un árbol para gato es una gran opción. Ponle una correa a tu Cocker spaniel y trata de mantenerlo calmado. No fuerces la interacción entre ambas mascotas, deja que ambas se acostumbren a verse y sentir el olor de cada una. Recompénsalas con elogios y golosinas si las cosas parecen ir bien. Permite que cada uno tenga su propio espacio y únelos con el tiempo.
Consejos para hacer que jueguen bien. Alimenta a tu Cocker spaniel y a tu gato en lugares separados para evitar que uno robe la comida del otro y que esto puede conducir a una rápida alimentación y problemas de digestión o incluso a peleas. Dale a cada mascota un poco de atención individual y ten mucho cuidado de no tener preferencias con uno cuando están juntos. Asegúrate de que tu gatico tenga siempre un lugar seguro al que pueda escapar y coloca la caja de arena para gatos donde el perro no pueda tener acceso a ella porque es probable que se coma los excrementos. Sé afectuoso con los dos y anímalos a jugar juntos.
Las relaciones entre un Cocker Spaniel y un gato. Hay ocasiones en las que, a pesar de tus esfuerzos, el Cocker spaniel y el gato no se toleran muy bien o se ignoran completamente. En la mayoría de casos estos animales se convierten en amigos firmes, se entretienen mutuamente, juegan e incluso duermen juntos. Los gatos aman las largas orejas del Cocker spaniel y disfrutan de jugar con ellas, algo que los perros toleran bien. Es bueno saber que tus mascotas se hacen compañía mientras estás fuera de la casa.