Si vives lo suficiente, es muy probable que conozcas a alguien que no te agrada. Con el Shiba Inu sucede lo mismo. La actitud ante una situación de un Shiba Inu dependerá de la situación y formación más que del temperamento.
Temperamento. Si bien cada Shiba Inu tiene una personalidad única, a la raza en su conjunto no le gusta la confrontación; No obstante, a estos pequeños perros tampoco les gusta dar marcha atrás. Cuando se enfrentan a una lucha son propensos a olvidarse de cuál es el perro más grande y se enfrentan a oponentes que tienen el doble de tamaño. Le emitirán al otro perro un gruñido de advertencia con la esperanza de que este de marcha atrás: si se trata de ella, van a luchar, pero preferiría no hacerlo.
Socialización. La socialización temprana es clave para evitar las peleas de perros. Cuando un Shiba Inu entiende que esperas que tenga un comportamiento no agresivo con otros perros, evitará abalanzarse primero o enfrentarse a otros perros. Al igual que con los niños, la socialización le enseña el conjunto de reglas que esperas que siga. Comienza a socializar a tu Shiba Inu desde que sea un cachorro para que puedas tener buenos resultados mediante la introducción con otros perros en un ambiente seguro y supervisado.
Distracción. Si detectas la gestación de una pelea entre tu Shiba Inu y otro perro, trata de distraer a tu mascota con algo más interesante. Mira su lenguaje corporal para que puedas determinar si hay posibilidad de que lleven a cabo una pelea. Si las orejas se encuentran hacia atrás o el pelo está erizado sobre la espalda, es señal de que algo malo está por pasar. Utiliza el juguete favorito de tu mascota, golosinas y distancia para mantener a los animales separados y para que puedan refrescarse. Si estás en un lugar público y los perros tienen una correa, mantenerlos separados no debe ser un problema. Evita gritarle o tratarlo inadecuadamente ya que la mayoría de los Shibas Inu no responden bien al maltrato.
Separarlos. Aunque algunas peleas de perros se pueden evitar, otras vienen sin esperarlas. Ver a tu mascota en medio de una batalla real es alarmante y tu primer instinto puede ser protegerla de cualquier daño, pero la primera prioridad debe ser mantenerte a salvo al tratar de disolver la pelea. Evita lanzarte entre los perros: puedes ser mordido o arañado. En su lugar deber tirar una manta sobre ambos o echarles agua con una manguera desde lejos. El objetivo es romper la tención que hay entre ambas mascotas sin que haya lesiones.