La vejez llega en momentos diferentes tanto para las diferentes razas como para los perros de forma particular. En general, las razas más pequeñas tienen una esperanza de vida mayor que las razas más grandes. Un perro sano y fuerte probablemente envejecerá más tarde. La evidencia también sugiere que, los perros que son esterilizados o castrados antes de los seis meses de edad, generalmente viven más que aquellos que se mantienen intactos.
• Los chequeos regulares son necesarios para los perros viejos. Además de las vacunas y chequeos anuales, hay que consultar con el veterinario acerca de los exámenes geriátricos especiales para estos.
• A medida que se van produciendo cambios en ellos, es vital conocer como dueño, que se puede hacer para adaptar su estilo de vida y hacer su vida más feliz y más saludable.
Peso. El metabolismo es más lento en los perros más viejos, lo que significa que necesita menos alimento para satisfacer sus necesidades energéticas ya que estas disminuyeron. Cuando un perro envejece también puede ser menos entusiasta en las actividades físicas, por lo que ambos factores referidos anteriormente pueden conducir al aumento de peso. Es muy importante mantener el peso bajo control ya que puede provocar enfermedades del corazón, dolor en las articulaciones y diabetes. Es posible que se deba modificar la cantidad o el tipo de alimento que se le está dando, hay algunos tipos especialmente formulados para los perros más viejos. A través del veterinario se puede saber si el programa de alimentación que está recibiendo tiene la nutrición adecuada para su edad y nivel de actividad.
Artritis. La razón más común por la cual las mascotas más viejas no pueden «moverse» es la artritis. El desgaste de las superficies articulares restringe el movimiento y causa malestar y el dolor. Un número de medicamentos anti-artríticos están disponibles con los veterinarios. Los perros con artritis todavía necesitan hacer ejercicio, regulándola en correspondencia con su capacidad.
Visión. El signo más evidente de envejecimiento en un perro es a menudo visto en sus ojos. La apariencia turbia en el centro del ojo que solía ser de color oscuro se debe a una catarata. Las cataratas se producen cuando el lente normalmente transparente comienza a deshidratarse y refleja la luz de fondo del ojo en lugar de atraparla. Existen muchas categorías y causas de las cataratas. El tratamiento para esto es la extirpación quirúrgica y, se puede realizar en uno o ambos ojos dependiendo de las particularidades de cada paciente.
Glaucoma: Es un aumento de la presión dentro del ojo que puede tener graves consecuencias. Esta puede ser controlada. Es causada por una disminución en la cantidad de líquido que fluye fuera del ojo. Es una enfermedad grave y, sin tratamiento adecuado, puede resultar en ceguera. Es una de las causas más frecuentes de ceguera en los perros adultos. El tratamiento elegido (es decir, cirugía y o terapia médica) será influenciado por el objetivo de la terapia: para detener el dolor en los ojos o para conservar la visión. El tratamiento médico consiste en la utilización de un número de diferentes fármacos combinados. Algunos se administran por vía oral y el efecto en todo el cuerpo, mientras que otros se colocan directamente en el ojo y tienen un efecto local. Los fármacos que actúan cuando el problema se diagnostica por primera vez pueden no funcionar para siempre, por lo tanto, la presión intraocular debe ser objeto de un seguimiento regular de modo que el régimen de medicación puede ser alterado para adaptarse a las necesidades del paciente. Desafortunadamente el glaucoma no tiene cura, sólo se controla. Cuando el tratamiento médico falla, la terapia quirúrgica puede ayudar a prolongar la visión.
Es esencial que el veterinario revise los ojos de la mascota, especialmente después de que alcanza los 8 años de edad.
Dientes y encías saludables. La atención dental de rutina para los perros adultos es muy importante ya que son más propensas la enfermedad de las encías y la acumulación de sarro en los dientes. Los dientes y las encías enfermas pueden tener consecuencias graves para la mascota. Además de las visitas regulares con un profesional, siempre es una buena idea comprobarle los dientes y las encías con regularidad.
Función renal y hepática. Ambas funciones se debilitan a medida que el perro envejece. Estos padecimientos y condiciones se tratan con medicamentos y dieta apropiada, los cuales serán administrados a partir de las visitas y chequeos que se realicen. Los signos de posible daño al hígado o riñón podría ser vómitos, pérdida de apetito, consumo excesivo agua, micción y confusión.
Pelaje y piel sana. La piel parece perder su elasticidad y se vuelve más delgada a medida que el perro envejece. La piel es más susceptible a la infección en animales domésticos más viejos, especialmente cuando se forman enredos en el pelaje por falta de cuidado. Al igual que con los seres humanos, los pelos se vuelven grises con la edad. Si el pelaje del perro cambia drásticamente, hay que consultar al veterinario. El cepillado frecuente de la mascota adulta es muy importante, además de que les gusta la atención especial.
Con especial cuidado amoroso y compromiso, el perro puede disfrutar de una mayor calidad de vida durante sus últimos años.
Eutanasia. Inevitablemente habrá un momento en que hay que hacer frente a la decisión de la eutanasia en la querida mascota. Hay que tener presente que si está sufriendo, esto es un acto final de cariño y amor.