A nadie le gusta ver a su mascota con un dolor. Lo que para los humanos no es más que una rutina, como tomar una aspirina u otro calmante para calmar un dolor, puede tener efectos negativos en un perro si se quisiera lograr el mismo efecto. Sigue leyendo para que averigües por qué no es una buena idea medicar a tu perro como si fuera una persona.
Enfermedades que imitan un dolor de cadera. Lo primero es determinar que está causando que tu perro de edad avanzada se mueva más lento. La displasia de cadera es un trastorno congénito, lo que significa que el perro nace con ella. El Poodle estándar está predispuesto a esta enfermedad, aunque es menos común en el Poodle miniatura. Aunque la artritis de cadera puede ser causada por otros factores, si tu perro nunca antes ha mostrado signos de problemas de cadera, es poco probable que en un futuro aparezca de repente. La artritis espinal, el dolor abdominal, el estreñimiento e incluso los daños a los nervios por la diabetes, también pueden hacer que un perro tenga dificultad para levantarse o caminar con un paso torpe. Cualquiera de estas enfermedades puede ser confundida con un dolor de cadera para un ojo inexperto, por lo que para obtener un diagnóstico definitivo debes llevar a tu Poodle adulto al veterinario.
Tratamiento multimodal para la artritis. Si tu mascota tiene artritis de cadera, es probable que el veterinario le recomiende un tratamiento múltiple para que su vida sea lo más cómoda posible. Los medicamentos para aliviar el dolor pueden ser parte del tratamiento, pero también puede incluir glucosamina/condroitina que es un suplemento para las articulaciones, suplementos de ácidos grasos como el omega-3 o incluso acupuntura. Los ejercicios de bajo nivel que levantan los músculos de los muslos y las nalgas como la natación, también pueden ayudar a mantener la estabilidad de la articulación de la cadera. El Poodle estándar fue criado originalmente para el trabajo de agua y a menudo le encanta nadar. Por otro lado, si el tratamiento no es específicamente para una raza, se pueden hacer ajustes para adaptarlo a tu mascota.
Alternativas para la aspirina. Antes de que los veterinarios tuvieran opciones más seguras, la aspirina se utilizaba para el dolor articular en los perros, pero desafortunadamente, son extremadamente sensibles a los antiinflamatorios no esteroideos. Los AINE también incluyen analgésicos humanos comunes como el ibuprofeno y el naproxeno, que son extremadamente tóxicos para los perros y los gatos por lo que nunca se les debe dar. Los efectos secundarios de los AINE en los perros incluyen úlceras estomacales, daño hepático, daño renal y problemas de coagulación de la sangre. Otro medicamento que también debe evitarse es el Tylenol. Debido a la frecuencia y la gravedad de los efectos secundarios que producen, los nuevos AINE fueron desarrollados específicamente para los animales domésticos. Algunos de estos incluyen el carprofeno y el deracoxib. Estos medicamentos pueden causar efectos secundarios si no son administrados y controlados cuidadosamente, pero son mucho más seguros cuando se usan correctamente. El veterinario también puede agregar medicamentos para el dolor no AINE como el tramadol (más info sobre el tramadol aquí), la gabapentina y la amantadina, para reducir la dosis de AINE necesaria.
Monitoreo cuidadoso. Si tu perro anciano tiene un tratamiento con un medicamento AINE para controlar el dolor crónico, el veterinario va a necesitar hacerle estudios con frecuencia para asegurarse de que no está causándole ningún daño en el hígado o el riñón así como también, para determinar si necesita un medicamento adicional para aliviar el dolor. No dejes de asistir a ningún chequeo. Por ningún motivo debes darle a tu mascota un medicamento que no haya sido indicado por el veterinario, sobre todo si es una fórmula preparada para humanos, a menos que el mismo te lo indique.