Tu adorado cachorro ama saltar y jugar, desafortunadamente la Luxación de rótula es un problema hereditario y común en el Boston terrier. Los perros levemente afectados probablemente no necesiten una cirugía, pero si las rótulas de tu perro empiezan a salirse del lugar, una cirugía puede ser la única solución.
Boston terrier. El Boston terrier es un perro poco activo, puede ser un buen compañero tanto para una persona joven como para un adulto siempre y cuando reciba mucha atención. A esta raza le va bien en la agilidad, la obediencia y otros deportes caninos. Es lo suficientemente inteligente como para aprender rápidamente la formación, sin embargo los problemas de rodilla son comunes en la raza y pueden hacer que tu perro cojee.
Luxación rotuliana. Normalmente la rótula de tu Boston terrier descansa en una base en el fémur, el hueso del muslo. La luxación de rótula ocurre cuando flexiona la rodilla y la rótula se desliza fuera de la base. Cuando es un problema congénito la base es generalmente demasiado superficial para que la rótula quepa bien. También puede ser como resultado de una lesión traumática en la rodilla. En estudios realizados la mitad de los perros afectados sufren de Luxación de rótula en ambas rodillas. Los síntomas incluyen dolor y cojera visibles, pero debes sospechar que tu perro tiene un problema de rótula si extiende con frecuencia una pata trasera, podría hacer eso porque al estirar y encoger la pata la rótula puede volver a su lugar.
Nivel de gravedad. La luxación de rótula es clasificada según la gravedad, de 1 a 4. En el nivel 1 el veterinario puede manipular la rótula en la base y esta automáticamente vuelve a su posición normal cuando el veterinario la libera. La rótula en ocasiones sale de la base en el nivel 2 pero la manipulación puede colocarla nuevamente en su lugar. En el nivel 3 la rótula está constantemente fuera de la base pero puede colocarse nuevamente con la manipulación. En el nivel 4 la rótula está fuera de la base constantemente y no puede ser manipulada para colocarla nuevamente en su lugar. Si la luxación no es tratada cuando está en un nivel bajo empeorará causando dolor y artritis eventual en la extremidad.
Cirugía. La cirugía puede consistir en profundizar la base para que la rótula se adapte más fácilmente en su interior, un procedimiento llamado sulcopasty. Además el veterinario puede fijar la rótula en el exterior del hueso de la tibia para que no se deslice hacia adentro. También puede reconstruir los tejidos blandos que rodean la rótula para que estén más rígidos en el lado opuesto. Los casos severos podrían requerir de un corte en la tibia o el fémur para realinear la pata.
Recuperación. Después de que tu cachorro esté en la casa tendrá que tomarlo con calma durante unas seis semanas. Será capaz de poner peso sobre la pata pero no podrá saltar sobre los muebles o cualquier otra cosa ni correr. Puedes sacarlo a dar cortos paseos según las instrucciones del veterinario. El veterinario también podría recomendar un terapeuta físico o que le hagas ejercicios suaves mientras se recupera. Podría tomar tres meses o más hasta que tu perro pueda retomar su nivel de actividad normal. Aunque la luxación de rótula puede repetirse después de la cirugía, generalmente no es tan mala como la primera vez.