¿Qué es la castración?
La castración afecta la salud de un perro y su comportamiento ante todo de manera positiva. Es el proceso quirúrgico por el cual los testículos de un perro macho se retiran, también se conoce como la esterilización. Se administra anestesia general al perro y se realiza una pequeña incisión en el saco testicular. Los testículos son removidos y la abertura cerrada. Los perros pueden ser castrados entre las edades de dos meses a dos años. Cada propietario que piense en castrar a su mascota debe consultar primero con un veterinario para realizarle un examen de salud general.
Reducción de la población callejera
Los veterinarios recomiendan la castración de los machos (esterilización en las hembras) para reducir el número de perros callejeros. Los perros callejeros suelen tener una vida corta y dolorosa ya que deben luchar contra otros de su misma especie, el entorno, en ocasiones con los seres humanos, otros por agua, alimentos y refugio. Además de todo esto tienen un mayor riesgo de adquirir parásitos, pulgas, garrapatas y enfermedades peligrosas y contagiosas como la rabia.
Prevención de cáncer y enfermedades
Los perros castrados tienen menos riesgo de contraer o desarrollar enfermedades que afectan sus órganos reproductores como el padecimiento de la próstata o el cáncer testicular. Los perros adultos tienen un riesgo especialmente alto de desarrollar tumores en los testículos y, tumores y hernias en sus órganos reproductivos y el ano, algo que la castración también evita.
Las hormonas y el comportamiento
Como la castración es sólo la eliminación de los testículos de los perros, los cambios de comportamiento son el resultado de una disminución en las hormonas. Los perros castrados no aumentarán de peso ni se volverán perezosos después de recuperarse de la cirugía a menos que estén sobrealimentados y tengan poco ejercicio, tampoco va a cambiarle los comportamientos que haya aprendido y que son característicos de su raza, ya sean de tipo genético o de su personalidad.
Comportamiento reducido
Se ha demostrado que la esterilización produce una disminución de la agresión, los comportamientos sexuales no deseados y el marcado con orina. Los estudios muestran que el treinta por ciento de los machos presentan una disminución en la agresión hacia los miembros de su familia. El veinte por ciento de reducción de agresiones hacia otros perros y, el diez por ciento una caída en la agresión hacia los extraños. Los perros castrados también son menos propensos a mostrar comportamientos sexuales vergonzosos como el acoplamiento (con perras u otras personas), la masturbación y vagar en busca de parejas sexuales. El ochenta por ciento mostró una reducción en el marcado de orina. Esto se debe a que el impulso de «marcar» territorio es impulsado principalmente por hormonas y, al reducirse estas considerablemente, los machos todavía marcarán territorio en sus paseos pero probablemente no lo harán donde viven.