El akita no es un Labrador. Este perro es leal a su familia y no es demasiado amable con los extraños y otros animales. Es un perro orgulloso, poderoso y protegerá a tu familia de cualquier amenaza.
Elementos que necesitas para cuidar de un Akita
• Golosinas
• Jaula
• Juguetes de aves acuáticas
• Pistas
Paso 1. Comienza a entrenar a tu akita tan pronto como lo lleves a tu casa. Esta raza es inteligente pero terca, así que el entrenamiento toma tiempo y paciencia. Dale golosinas como refuerzo positivo y mantente firme. Esta raza tiene una personalidad dominante, por lo que a pesar de que tienes el cachorro más lindo del mundo, necesita que seas un líder fuerte.
Paso 2. Entrénalo para que haga sus necesidades dentro de la jaula. Ponlo en la jaula cuando no puedas verlo y llévalo fuera de la casa para que excrete. La jaula te ayudará a entrenarlo más rápido y le proporcionará un lugar cómodo para pasar el rato cuando tienes invitados. Los Akitas son perros muy intensos que pueden hacer que algunas personas se sientan nerviosas.
Paso 3. Dale a tu perro juguetes de aves acuáticas para que pueda llevarlos a todas partes. Es un capricho un poco extraño pero a los Akitas les gusta tener algo en la boca. Si no le proporcionas a tu perro sus propios elementos para que los ponga en su boca, entonces tomará algo tuyo.
Paso 4. Lleva a tu mascota a un parque y otros lugares donde haya personas amables o invita a tus amigos para que puedan pasar un rato con tu perro. La socialización con las personas es fundamental para un Akita. Dado que la raza fue criada originalmente para la vigilancia, pueden llegar a ser agresivos con los extraños si no reciben una socialización adecuada.
Paso 5. Lleva a tu mascota a caminar sujetándolo siempre con una correa. Los Akitas son conocidos por ser agresivos hacia otros animales, por lo que nunca debe correr libremente. Por otro lado, el cercado del patio puede ofrecerle a tu perro una cómoda salida de escape y no tendrías que preocuparte más por los animales salvajes que pudieran estar a su alcance.
Paso 6. Inventa nuevos juegos para interactuar con tu perro. El Akita es inteligente y le gustan los desafíos. La formación de agilidad y los juegos de seguimiento pueden mantener a tu perro calmado.
Paso 7. Evita los juegos bruscos o correr sobre superficies duras con un Akita hasta que tenga por lo menos 2 años. La raza crece rápidamente y un cachorro puede sufrir de problemas en los huesos y las articulaciones desde el principio, por lo que debes esperar a que sea mayor y sus articulaciones sean lo suficientemente sólidas para realizar actividades más fuertes.
Paso 8. Alimenta a tu Akita con una comida para perros de alta calidad que contenga carne y proteínas. Los adultos deben comer entre 3 y 5 tazas diarias. Los cachorros necesitan una dieta especializada baja en calorías para impedir un crecimiento demasiado rápido, así que consulta con el veterinario antes de llevar un Akita a tu casa.
Paso 9. Cepilla a tu Akita al menos una vez por semana, pero no esperes que tu casa esté libre de pelo, estos estarán por todas partes, incluso cuando lo cepilles a diario.
Paso 10. Baña a su mascota una vez cada tres meses aproximadamente. Esta raza se mantiene limpia al lamerse y acicalarse como si fuera una especie gigantesca de gato.
Paso 11. Visita a un veterinario con regularidad para realizarle a tu Akita exámenes para determinar si tiene problemas de salud comunes que pueden ser displasia de cadera, hinchazón, hipotiroidismo, problemas oculares y adenitis sebácea: un trastorno genético de la piel.
Advertencia. Algunos caseros no aprueban a los Akitas, por lo que debes verificar el contrato antes de llevar uno a casa de alquiler.