Con sus caras chatas y arrugadas y grandes ojos saltones, los Pugs están entre las razas más reconocidas y francamente adorables. Si adoptas un Pug hembra debes ser consciente de que necesitará un poco de atención especializada ya que esta raza puede ser susceptible a algunos problemas de salud.
Paso 1. Esterilízala cuanto antes. Cuando se esteriliza un Pug hembra tiene menos problemas de comportamiento y tiende a vivir más tiempo. Al hacerlo antes del primer ciclo de celo se reducen drásticamente las probabilidades de que padezca de cáncer de mama y de infecciones uterinas.
Paso 2. Empieza a entrenarla desde el principio, recordando siempre que debes ser paciente y constante. Esta es una raza pequeña pero resistente, por lo que necesita tiempo y si no es entrenada desde el inicio va a ser mucho más difícil una vez que esté crecida. Si bien es posible que desees que haga trucos como «sacúdete» y «da la vuelta», debes enfocarte en los comandos de obediencia. «Siéntate», «quieta», «ven», «tranquila» y «abajo», lo cuales se encuentran entre los principales comandos que deben saber todos los perros. La obediencia básica puede ser útil cuando tu mascota se excita demasiado al reunirse con nuevas personas y otros perros.
Paso 3. Ejercítala diariamente y estimúlala caminando y jugando con ella. Los Pugs son patatas de sofá y si la dejas reposar, dormir y comer durante todo el día, será muy feliz. El problema de esto es que va a engordar demasiado y se pondrá redonda como una salchicha rellena, lo que es terrible para su salud. Como esta raza se vuelve obesa rápidamente, necesitas proporcionarle un poco de ejercicio todos los días. Llévala a caminar poniéndole un arnés en lugar de un collar cervical ya que este último le dificulta la respiración y no debes arriesgarte a dañarle la garganta.
Paso 4. Vigila su dieta. Debes alimentar a tu Pug dos veces al día, de ser posible con un alimento seco de alta calidad formulado para perros pequeños. Guíate por las instrucciones del envase para alimentarlo y no te dejes convencer por la mirada de esos grandes ojos vidriosos cuando suplica por más comida ya que ella sabe cómo conseguir lo que quiere. Un Pug comerá casi cualquier cosa. Aunque debes darle las comidas en un horario fijo y no puede faltarle el agua fresca y limpia.
Paso 5. Limpie los pliegues faciales de tu Pug por lo menos una vez a la semana. Su suave cara arrugada es alegre y linda pero crea una sustancia similar a una secreción, suciedad y restos de comida. Si no limpias los pliegues regularmente, van a estar sujetos a irritación, infección y un olor desagradable en la parte superior. Una vez por semana o cuando lo necesite, debes limpiar suavemente las arrugas con un bastoncillo de algodón humedecido en agua tibia, repitiendo el pase con otros hasta que este salga limpio.
Paso 6. Limpia sus oídos una vez a la semana más o menos. Échale un poco de solución para limpiar los oídos dentro del canal auditivo y masajea suavemente desde el exterior, luego sécalo con bolas de algodón o con papel higiénico.
Paso 7. Cepilla a tu Pug todos los días. Esta raza puede tener el pelo corto pero derrama mucho pelo durante todo el año. A menos que quieras que cada rincón de tu casa tenga una fina capa de pelo, debes cepillar todos los días a tu mascota y bañarla una vez al mes.
Paso 8. Recorta sus uñas cada dos semanas. Los Pugs tienen uñas que crecen muy rápidamente, pero como son negras es más difícil ver las venas que tienen dentro. Es por esto que solo debes recortar el borde y si no estás seguro de como hay que hacerlo, llévala a un peluquero.
Paso 9. Mantenla en interiores. Tu mascota arrugada es como una flor delicada y no puede manejar el calor o el frío extremo como otras razas. Cuando el clima es caliente, húmedo o frío, debes llevarlo al exterior sólo por un corto tiempo, el que necesita para hacer sus necesidades y luego traerla de vuelta para que pueda ejercitarse en el interior. Evita sacarla por más tiempo que el necesario durante las horas de temperatura pico durante el verano y en su lugar llévala a dar sus paseos por la mañana temprano y al atardecer. Como un Pug es un perro pequeño, siempre debes sacarla en las primeras horas de la mañana y la última de la noche para evitar accidentes nocturnos.