La mayoría de los perros tienen un lugar en su cuerpo que les encanta que le rasquen. Tu perro vira los ojos, saca la lengua y mueve una pata descontroladamente cuando le rascas ese lugar mágico. Para encontrar el punto en que tu perro tiene cosquillas necesitarás un poco de dedicación y rascarlo mucho.
Observa a tu perro de cerca y mira en lugar donde más se rasca. Muchos perros tienen dificultad para alcanzar su cuello y pecho, lugares comúnmente asociados con las cosquillas. Si tu perro intenta en vano arañar un área determinada, este puede ser un punto de cosquillas.
Pasa tus manos sobre el cuerpo de tu perro y mira si tiene alguna reacción. Algunos perros levantan sus patas cuando tocas un punto cosquilloso, mientras que otros chillarán o patearán tus manos.
Concéntrate en las áreas detrás de las orejas de tu perro, entre sus patas delanteras y a lo largo de su vientre. Éstos son puntos comunes en los que muchos perros tienen cosquillas y un rascado rápido puede dar lugar a una patada feliz o una mirada sonriente. Presiona con las yemas de tus dedos el punto sensible para darle a tu perro un buen rascado.
Busca puntos de cosquillas cuando tu perro esté completamente relajado y descansando cómodamente. Si está jugando o emocionado, es muy posible que no te preste mucha atención y no podrás descubrir sus áreas favoritas de rascado. Justo antes de acostarse o después de las siestas, son momentos ideales para localizar puntos de cosquillas.
Consejos. Observa de cerca a tu perro para detectar signos de rascado excesivo. Si la piel de tu perro está roja, arañada y con comezón constante, a menudo es un síntoma de una infestación de pulgas o alergia en la piel, por lo que debes llevarlo al veterinario de inmediato.