El Boston bulldog ha recorrido un largo camino desde sus días como luchador. Actualmente es un animal de compañía dedicado y adorable y puede ser un ayudante incansable en las tareas del hogar, por otra parte no te sorprendas cuando asuma el papel de cómico en la familia.
Entrenamiento. Sentarse, sacudirse, dar la vuelta y buscar, son trucos que tu Boston bulldog puede aprender y en menos tiempo del que necesitan muchas otras razas. La inteligencia es uno de los principales atractivos de este perro al igual que de su primo el Boston terrier. Disfruta de los retos y si no tienes ninguna oveja o cabra vagando por el jardín, puedes centrar su atención en otras tareas como aprender a permanecer en el lugar y venir cuando lo llames. A esta raza le gusta aprender, así que puedes mantenerlo feliz si le presentas continuamente nuevos retos.
Masticación. Al igual que otras razas de Bulldogs, al Boston bulldogs le gusta masticar y hasta que le enseñes lo contrario es probable que ponga sus mandíbulas alrededor de tu par de zapatos favoritos y los trate como si fueran su hueso de cuero favorito. Cuando tu cachorro agarre algo que no debe, debes quitárselo y mostrarle una alternativa. Puesto que esta es una raza sumamente adiestrable, aprenderá rápidamente cuáles son los objetos que puede masticar para satisfacer su deseo.
Saltos. El atletismo y la amistad generalmente se consideran cualidades positivas en una mascota, pero en ocasiones conducen a un comportamiento menos que deseable. Los saltos son un problema común y aunque tu Boston bulldog lo hace para mostrarte su entusiasmo, el hábito puede ser embarazoso cuando lo hace frente a otras personas. Si observas que tu Boston tiene problemas para mantener sus cuatro patas en el suelo, puedes orientarle comandos que le impidan saltar. Si se sienta, por ejemplo, no puede saltarte encima y estar en esa posición al mismo tiempo.
Equilibrio. Aunque el Boston bulldog parece hiperactivo, también es extremadamente equilibrado. Puede jugar todo el día en el patio con un disco volador o una pelota de tenis pero también puede pasar horas acurrucado en su silla favorita. Aunque es un perro que necesita mucho ejercicio, se calmará cuando sus homólogos humanos se relajan.
Protector. A pesar de su pequeño tamaño, el Boston bulldog ama a su familia y quiere protegerla, razón por la que es un excelente perro para la vigilancia, especialmente si tienes hijos. Esta raza establece rápidamente lazos de amistad con los seres humanos y permanecerá vigilante ante cualquier señal de peligro. A diferencia de otros perros guardianes no tienes que preocuparte porque tu Boston ladre por cualquier sonido desconocido.