Probablemente t adorable Labrador sea un individuo sano, pero al igual que todos los perros de raza pura, corre el riesgo de padecer ciertas enfermedades hereditarias. Algunas de estas enfermedades son evidentes en los cachorros, pero la mayoría no aparecen hasta que el Labrador alcanza la madurez. Sin embargo, la corrección quirúrgica resuelve algunas de las más comunes.
Enfermedades de los ojos. Los bellos ojos marrones de tu perro pueden verse afectados por varias enfermedades oculares comunes en el Labrador. La atrofia progresiva de retina puede causar ceguera, comenzando con una pérdida de la visión nocturna que va progresando hasta que el perro no puede ver durante el día. Muchos perros mayores desarrollan cataratas, pero el Labrador es propenso a las cataratas desde edades tempranas, las cuales se pueden extirpar quirúrgicamente. La displasia de retiniana también está presente en la raza, pero a menudo no afecta en gran medida la visión del perro. El veterinario por lo general descubre esta enfermedad durante un examen de rutina.
Miopatía centronuclear. La miopatía centronuclear afecta a los cachorros cuando tienen sólo dos semanas de nacidos. Los cachorros afectados no aumentan de peso y a medida que envejecen, su marcha se vuelve incómoda y diferente a la de sus compañeros de camada. Entre la edad de 8 semanas y 5 meses, los cachorros muestran intolerancia al ejercicio ya que no corren como sus otros hermanos. Aunque el cachorro puede vivir hasta la edad adulta, sus músculos se atrofian, haciendo que su caminar sea como el de un perro anciano cuando aún es joven. Esta enfermedad muscular también puede afectar la respiración del perro.
Parálisis laríngea. A medida que tu Labrador crece, es posible que notes que su ladrido suena diferente y que no es tan robusto como antes. Unido a las dificultades para respirar y la intolerancia al ejercicio, esto podría ser un signo de parálisis laríngea. Esta enfermedad afecta los músculos de la laringe del perro paralizándola parcialmente. Si tu perro exhibe estos síntomas debes llevarlo al veterinario ya que la enfermedad puede ser grave y requerir cirugía.
Displasia de cadera. Al igual que muchas otras razas grandes, el Labrador está propenso a desarrollar displasia de cadera, provocándole cojera y artritis. Antes de comprar un cachorro de Labrador, debes asegurarte de que el criador te da la garantía de que los padres están libres de displasia de cadera dándote un certificado avalado por la Fundación ortopédica para los animales. Si tu perro desarrolla displasia de cadera, la gravedad de la condición varía de leve a incapacitante. Si este fuera el caso, el veterinario puede prescribir medicamentos para hacer que la vida de tu mascota sea más cómoda.