El weimaraner o marinero de Weimar, al igual que todos los perros, está genéticamente predispuesto a algunas enfermedades como resultado de las prácticas selectivas de reproducción. El hecho de que una enfermedad es genética no significa que tu perro va a desarrollarla y si le brindas una atención de salud adecuada a lo largo de su vida, podrás ayudarlo a ser saludable.
Hinchazón. Aunque cualquier perro puede desarrollar hinchazón, el weimaraner es especialmente vulnerable debido a su pecho profundo. La hinchazón se produce cuando el tracto digestivo se distiende y puede ser potencialmente fatal. Si tu perro experimenta hinchazón en su abdomen o parece tener dolor de estómago, llévalo al veterinario inmediatamente. Una intervención temprana es clave para salvar la vida de los perros cuando sufren de hinchazón.
Trastornos autoinmunes. Los trastornos autoinmunes dañan el sistema inmune del perro al hacer que su cuerpo ataque por error sus propias células. Una variedad de síntomas, incluyendo disminución de la inmunidad, alergias, vómitos frecuentes e hinchazón de los ganglios linfáticos, pueden indicar una enfermedad autoinmune. El Weimaraner Club de América recomienda retrasar las vacunas hasta que el perro tiene entre 12 y 16 semanas de edad para prevenir los trastornos autoinmunes, pero esto no evita que puedan desarrollar enfermedades autoinmunes.
Problemas oculares. El weimaraner puede sufrir de una variedad de problemas oculares, particularmente trastornos en los párpados y las pestañas. Las pestañas que crecen en lugares anormales en los párpados pueden causar irritación ocular e infección. Los trastornos comunes de los párpados en el Weimaraner incluyen entropión y ectropión, condiciones que hacen que los párpados giren hacia dentro o hacia fuera respectivamente. Estas condiciones pueden conducir a problemas secundarios como ceguera, infecciones oculares y enrojecimiento e irritación frecuentes. El weimaraner también puede sufrir de atrofia progresiva de la retina que en ocasiones causa ceguera.
Displasia de cadera. La displasia de cadera ocurre cuando las articulaciones de la cadera no se desarrollan normalmente. Como resultado de esto, la fricción de las caderas hace que se deterioren con el tiempo. La mayoría de los perros con displasia de cadera experimentan dificultad y dolor al caminar o correr. Esto ocurre generalmente en la edad avanzada, pero en casos severos puede comenzar cuando el perro es todavía un cachorro. Si vas a comprar un weimaraner a un criador, pregúntale si sus caderas han sido examinadas y certificadas contra la displasia de cadera.