Hay dos métodos principales de alimentación para los perros. Uno de ellos es la dieta cruda, que consiste en diferentes combinaciones de carne o huesos carnosos, verduras crudas, frutas, granos germinados y o suplementos. El otro es la comida cocinada o especializada, carnes a la brasa, verduras al vapor, granos y o adición de suplementos.
Proteína. Hay quienes plantean que los perros son omnívoros, lo que significa que pueden sobrevivir alimentándose de plantas y animales. Otros dicen que para que un perro se desarrolle, la principal fuente de proteína debe ser la carne. La carne y las vísceras como el hígado, los riñones, el corazón y el bazo, son de fácil digestión, además de tener más aminoácidos que los granos. Los perros necesitan comer distintas carnes, res, pollo, pavo, cerdo, pescado, pato, gallinas y cordero para garantizar que reciben una nutrición adecuada. Otras fuentes de proteína incluyen los huevos y el queso, los productos lácteos como el yogur y el kéfir ofrecen el beneficio adicional de bacterias que ayuda a su sistema digestivo.
Grasas. Tu mascota necesita grasa, ya sea animal o de aceites obtenidos a partir de semillas para que le proporcionen energía concentrada. Estas grasas proporcionan ácidos grasos esenciales que no se encuentran en su cuerpo y son necesarios para su desarrollo y función celular, así como para la absorción de vitaminas solubles en grasa. Para mantenerle la piel y el pelo sano, dale de comer una variedad de salmón enlatado y atún, aceite de pescado, carne, huevos y yogur de leche entera.
Carbohidratos. De acuerdo con algunos estudios sobre la salud de los perros, estos no necesitan carbohidratos. A pesar de esto, hay vitaminas, minerales y carbohidratos beneficiosos que se encuentran en las frutas y las verduras. La Academia Nacional de Ciencias de Estados Unidos sugiere que las fibras solubles, como la avena y la cebada estimulan la inmunidad y regulan los niveles de glucosa en sangre. Si decides alimentar a tu mascota con carbohidratos, limita la cantidad a menos del 25 por ciento de su dieta total. Las verduras que se pueden servir crudas, en puré o mezcladas incluyen: brotes de alfalfa, raíces y tallo de remolacha, pimiento rojo, apio, pepino y calabacín. Limpia las zanahorias crudas, estas serán del agrado de tu perro además de ser buenas para limpiarle los dientes y las encías. Las verduras que deben ser ligeramente cocidas o al vapor son: brócoli, coliflor, coles de Bruselas, repollo, judías verdes, guisantes, calabazas de verano y verduras de hoja verde. Las verduras con almidón como las batatas, papas y calabazas de invierno se deben cocinar y dar en pequeñas cantidades ya que no ofrecen tanta nutrición como la carne. Frutas como manzanas, plátanos, papayas, mangos, fresas y melón se pueden servir en pequeñas cantidades, sin embargo las uvas y las pasas son tóxicas y no se les debe dar.
Minerales y vitaminas. Hay 12 minerales que la Academia Nacional de Ciencias establece como fundamentales para los perros. El calcio es muy importante para los huesos y el desarrollo del esqueleto y para que sus paratiroideas puedan funcionar correctamente. Si no le ofreces un suplemento de calcio, agrega las cáscaras de huevo finamente molidas a su alimento a razón de ½ cucharadita por libra de alimento, lo que equivale a 900 mg de calcio. Necesita además, fósforo para tener huesos y dientes sanos, magnesio, sodio y potasio para su sistema nervioso central, junto con el selenio y el cobre para ayudar a las enzimas. Minerales como el cloro, hierro, zinc, manganeso y yodo sustentan el funcionamiento de otras células del crecimiento, las enzimas y las hormonas y regulan el metabolismo. Además de los minerales, tu mascota también necesita vitamina A, complejo B, C, D, E y K. Puedes usar los suplementos de vitaminas y minerales pero debes hablar con el veterinario para determinar las cantidades adecuadas para su salud, raza, tamaño y edad.