Si está buscando un perro de glamoroso pelaje blanco que sea lindo, cariñoso y divertido, un Maltés puede ser la opción. Aunque debes tener en cuenta que en ocasiones estos cachorros pueden ser demasiado rápidos al anunciar la presencia de extraños expresándolo a través de sus agudos ladridos.
Ladradores por soledad. Este es un perro mimado que fue criado para ser acariciado por los aristócratas de la clase alta desde sus orígnes. Por tanto un Matltés necesita atención y amor o puede alterarse fácilmente, sobre todo cuando se queda solo por más de unas pocas horas. Esta raza anhela más que cualquier otra, mucho compañerismo y puede ser propensa a la ansiedad por separación. Tu cachorro por lo tanto puede gemir, quejarse y ladrar para expresar su desdicha en el mismo momento en que se queda solo. Para evitar esto debes asegurarte de que se acostumbre a quedarse solo por poco tiempo desde pequeño e ir aumentando los espacios a medida que va sintiéndose más cómodo cuando está solo en casa.
Ladrando por temor. Como el Maltés tiende a ser rápido avisando de la presencia de extraños, debes invertir suficiente tiempo socializando a tu cachorro. Quienes están expuestos a diferentes personas, ambientes, sonidos y experiencias durante la atapa de socialización tienden a crecer aceptando más cosas novedosas y tienen una mejor oportunidad de desarrollarse que los perros n o socializados. Tendrás que ser rápido porque el período de socialización terminará una vez que el cachorro alcance las 16 semanas de edad.
Ladridos para demandar. Los cachorros de Maltés son lindos, alegres y puede ser muy tentador tratarlos como a niños indefensos, sin embargo mimar a tu cachorro puede hacerlo un perro inseguro y ladrador. Es por esto que puedes terminar con un perro que ladra constantemente demandando tu atención y crecerá sobreprotegido. Haz tu mejor esfuerzo entrenando a tu cachorro para que tenga los mismos buenos modales que esperarías de un perro más grande y empieza desde muy temprana edad utilizando técnicas basadas en la recompensa.
Ladrando por atención. No te apresures en pensar que tu cachorro ladra porque está solo o malcriado, porque en muchos casos ladrar puede ser su manera de captar tu atención. Como tiene la vejiga pequeña podría estar tratando de decirte que tiene que hacer sus necesidades, que tiene sed o hambre o demasiado calor o frío. No te dejes engañar por su aspecto aristocrático porque el Maltés disfruta de realizar ejercicios y paseos. El refrán «un perro cansado es un buen perro» es cierto, pero no exageres: los huesos de tu cachorro de Maltés son todavía frágiles y no estarán desarrollados completamente hasta que tenga 8 meses de edad.
Controlar los ladridos. Afortunadamente con un poco de entrenamiento se pueden controlar los excesivos y odiosos ladridos de tu cachorro. Asegúrate de enseñarle que la tranquilidad trae recompensas. Ignora a tu cachorro cuando esté ladrando activamente y luego recompénsalo con prontitud cuando esté tranquilo, incluso si es sólo por una fracción de segundo. La práctica hace la perfección: prolonga gradualmente el tiempo que debe permanecer tranquilo antes de darle la recompensa y luego añade algunas distracciones.