Mirando a la cara arrugada y adorable de tu cachorro de shar-pei, es imposible imaginar que puede terminar siendo un adulto agresivo. Sin embargo tu cachorro proviene de una larga línea de guerreros feroces y perros de caza que tenían que ser agresivo para hacer su trabajo.
Orígenes agresivos. La raza shar pei tiene sus orígenes en la China que se remontan más de 2.000 años. Los Shar-peis eran empleados originalmente para la caza, combates e incluso acompañando a los seres humanos en la batalla, fueron criados para ser independientes, tenaces y feroces. Estos son perros de tamaño mediano, pero están sólidamente constituidos y todavía llevan los instintos de proteger a su amo y sus bienes a toda costa.
Personalidad de un Shar Pei: Tu shar-pei es inteligente y dedicado, si embargo probablemente tendrá mayor afininada con uno de los miembros de la familia. La personalidad de los Shar-peis suele definirse como «dogmática» y es donde los estudiosos de la raza definen que pueden empezar los problemas de agresión. Es perro que suele se terco, distante e independiente características que les hacen sospechar de los extraños al punto de convertir estas sospechas en agresión.
Socializar, socializar y socializar. Los shar-peis modernos no requieren de mantener las características intensas y severas de sus antepasados, cuando se creía que para ser un digno miembro de la raza debía resultar un perro agresivo. Sin embargo estas características están latentes en sus genes por lo que socializar adecuadamente a tu shar-pei hará toda la diferencia de su comportamiento cuando sea mayor; debes empezar cuanto antes mejor. Para ello puedes presentárselo cuidadosamente a nuevas personas, lugares y animales de diferentes especies; mostrándole que las demás personas y animales no son una amenaza, esto hará que pueda tranquilizarse en situaciones desconocidas y que sea un perro amistoso de forma general.
Rehabilitar a un Shar-Pei agresivo. Si tu shar-pei ya está mostrando tendencias agresivas, no tienes que simplemente aceptar su comportamiento e intentar vivir con ello. Puesto que son perros de trabajo, los shar-peis tienden a querer sobre todas las cosas, hacer aquello por lo que fueron criados originalmente. Sin embargo el entrenamiento de obediencia simple les proporcionará algo útil que hacer y desviará sus intenciones agresivas hacia actividades constructivas indicadas por ti. Luego de esto puedes dar un paso más y dar a tu amigo arrugado un trabajo real como en el de repartir el correo o el periódico o el de ayudarte a llevar tu ropa a la lavandería. Reduce sus posibilidades de entrar en una guerra haciendo pequeños cambios alrededor de la casa como poner la basura detrás de una puerta cerrada o resguarda sus juguetes cuando no es hora de jugar. Constantemente recompensarlo cuando permanece tranquilo, especialmente en una situación que normalmente estimularía la conducta agresiva, como ir al veterinario o conocer a un extraño, pueden mostrarle que estar en calma es la situación que viene acompañada del esperado premio. También ayudará a asegurar su tranquilidad que le proporciones la oportunidad de hacer un montón de ejercicio, 20 ó 30 minutos de carreras cada día desaparecerá la energía que de lo contrario podría ser expresada en comportamientos agresivos.