Si tu cachorro duerme en una jaula o en una casa para perros de interior en tu habitación y tiende a despertarte en la noche, es muy probable que quieras considerar la posibilidad de poner su jaula en otra habitación. Esto no es siempre la mejor opción, por lo general depende de la edad y la formación del cachorro.
Aspectos a tener en cuenta durante la formación. La ubicación de la jaula de tu mascota dependerá de su formación y de cuán bien se siente dentro de ella. Si se siente indeciso de estar en su interior, es posible que estés yendo demasiado rápido con el entrenamiento de la jaula. Retira la puerta o mantenla abierta para que pueda entrar y salir cuando le plazca. Dale la comida dentro así como golosinas. A medida que vaya asociándola con cosas positivas, se sentirá más cómodo al estar en su perrera. Ponlo en su jaula por períodos cortos de tiempo cuando estás en casa, de esta forma no pensará que es segregado de la familia o sentirá temor cada vez que lo pongas dentro de esta.
La mejor ubicación. Lo ideal es mantener la jaula en tu habitación durante las primeras etapas del proceso de entrenamiento para que puedas escuchar sus gritos cuando tiene ganas de orinar en la noche; durante sus primeros meses un cachorro tiene que salir cada dos horas. Pero si da muchas vueltas, ronca, se queja o ladra, puedes mover gradualmente la jaula al pasillo o a la habitación contigua.
Malas señales. Durante el entrenamiento debes extender los intervalos de descanso de manera gradual y deliberadamente. Programa un reloj para que tu cachorro al escucharlo sepa que necesita salir y refuerza la extensión de los intervalos con entrenamiento. Sin importar donde se encuentra la jaula, ponle un reloj con alarma para que puedas tener la certeza de que al despertar no te encontrarás una jaula sucia.
Tiempo. Deja que tu cachorro salga de la jaula cada dos horas al inicio de la formación, especialmente entre las 8 y 12 semanas. Los cachorros menores de 6 meses de edad pueden estar en una jaula durante tres o cuatro horas seguidas como máximo. Esto no significa que tienes que levantarte siempre en medio de la noche durante seis meses o más, pero sí que tendrás que hacerlo durante un tiempo. El perro va a dormir por la noche siempre y cuando su vejiga se lo permita. Si está dormido es que no está desesperado por orinar. Cuando se despierte entonces lo hará.
Sentimientos de aislamiento. Si te adaptas a encerrar a tu mascota en su jaula que se encuentra situada en la habitación de invitados al otro lado de la casa, podrías hacer que sienta que lo estás aislando de ti. Va a gemir y aullar ya que no sabe dónde te encuentras y se sentirá molesto con la jaula. Después de todo, cada vez que va allí desapareces por largos períodos de tiempo. Con el tiempo puede resultarte más difícil hacer que entre en la jaula. Podría llegar a ser destructivo y sentir la necesidad de destruir su ropa de cama o incluso masticar cualquier parte de la jaula que pueda tomar. Vas a tener que empezar entrenarlo nuevamente y poco a poco ir introduciéndolo en la jaula hasta que la reconozca como un lugar feliz.