El comportamiento y forma actuar de tu mascota estará en correspondencia con su dieta. Si su dieta es pobre en nutrientes o contiene algo que le provoca alergia, lo va a manifestar físicamente derramando más de lo habitual, entre otras cosas. Buenas noticias: si un cambio en la dieta causó el derramamiento, otro cambio puede revertirlo.
Mala nutrición. La nutrición es importante para la salud de un perro y si su dieta contiene alimentos de baja calidad, podría derramar más de lo normal. Los fabricantes de alimentos para mascotas de calidad ofrecen comida nutricionalmente equilibrada para evitar el derramamiento y mantener a tu amigo peludo nutrido.
La falta de ácidos Omega. Los ácidos grasos Omega-3 y Omega-6 se encuentran comúnmente en el pescado y pueden ayudar a disminuir el vertimiento. Si la dieta de tu perro tiene bajos niveles de estos aceites, el derramamiento puede ser mayor. Por cada 10 libras de peso un perro puede consumir 150 miligramos de aceite de pescado. Puedes cambiar a una marca de comida para perros que contenga aceites de pescado.
Los alérgenos. Si tu perro es alérgico a algo en su dieta, tendrá dificultades para digerir la comida. Esto puede causar una caída significativa. Alérgenos alimentarios comunes en los perros incluyen la carne de res, productos lácteos, maíz y trigo. Aunque el veterinario puede realizarle a tu perro pruebas para determinar a que es alérgico, tú también puedes hacer un mini-test cambiando su comida a una que contenga una combinación de granos y proteína diferente. Prueba el salmón y la batata, el cordero, el arroz o la carne de venado y la patata.
Otras causas de vertimiento. Un cambio en la dieta de tu perro y un aumento en la excreción puede ser una coincidencia. Los perros que viven en el interior derraman pelo durante todo el año mientras que los que pasan mucho tiempo al aire libre lo hacen por temporadas. Las perras también derraman más después de haber parido o experimentado un ciclo de calor y todos los perros pueden arrojar menos después de ser esterilizados o castrados. Si tu cachorro parece estar perdiendo mechones, programa una visita al veterinario para asegurarte de que no tiene problemas de salud subyacentes.
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