«Perro Bully» es un término informal usado para describir una serie de razas y mezclas de los perros que comparten una serie de rasgos físicos y de personalidad. El término «Bully» no es una referencia a su personalidad sino a su original ocupación para hostigar a los toros en el siglo XIX.
Razas. El Boston terrier, el Pit bull terrier americano, el Staffordshire terrier, el Staffordshire Bull Terrier, el Bóxer, el Bullmastiff y cualquier combinación de estos, encajan con los rasgos de un perro Bully. A pesar de que son razas muy diferentes, comparten una serie de rasgos que incluyen las grandes mandíbulas, cuerpos rechonchos, el pecho ancho y el pelo corto.
Historia. Las razas Bully descienden de una raza extinta llamada moloso. El moloso era un poderoso perro grande utilizado para la protección y vigilancia en la antigua Grecia. Las diversas razas de Bully que conocemos y amamos actualmente muestran similitudes físicas y de carácter con esta raza, dependiendo en diferentes grados de las otras razas de su ascendencia. Las razas Bully eran utilizadas normalmente para la vigilancia y pastoreo del ganado.
Tamaño. El rango de tamaño y peso entre los perros Bully es grande. El Boston terrier normalmente crece hasta alcanzar alrededor de 25 libras mientras que el Bullmastiff suele alcanzar alrededor de 130 libras. Los cruces de estas razas mezcladas pueden representar cualquier rasgo de sus padres, pero rara vez se van fuera de este rango.
Apariencia. Los perros Bully suelen ser robustos, con grandes pechos en relación con su altura, cuerpos rechonchos, pelos cortos y cabezudos. Muestran también otra serie de diversas características físicas: por ejemplo, el Boston terrier tienen grandes orejas erguidas, el Bullmastiff tiene la piel floja y arrugada alrededor de la cara y los Bulldogs y los Bóxers tienen esas mandíbulas distintivas.
Personalidad. Las razas Bully son típicamente cariñosas, protectoras, inquisitivas, suaves y un poco divertidas. Debido a la gran cantidad de generaciones que han pasado desde que se establecieron estas razas, se adaptan perfectamente al entorno doméstico.
Comportamiento. Si alguna vez has conocido a un Bulldog, Pitbull terrier o un Bóxer, estarás familiarizado con su cariñosa, juguetona y divertida personalidad. Por lo general las razas Bully muestran mucha tolerancia a los niños y no se inmutan o tornan gruñones cuando hay un compañero de juegos demasiado entusiasta. Esa es una muy buena razón por la que las razas Bully son mascotas populares. No obstante existen algunas diferencias importantes que deben tenerse en cuenta: Por ejemplo, un Pitbull es vigilante, reservado y prefiere tratar a los extraños con precaución hasta que confía en que no suponen una amenaza para su familia. El Bulldog es más curioso y son más propensos a aceptar a los extraños. Los Bóxers son alertas y activos mientras que el Bullmastiff es mucho más tranquilo.
Percepciones. Desafortunadamente, debido a su formidable aspecto, tamaño y fuerza, algunas razas de Bully como el Pitbull y el Bullmastiff son atractivos para aquellos que utilizan perros para la intimidación y protección personal. Si es mal dirigido y entrenado, cualquier perro puede ser agresivo… pero debido al tamaño de algunos de estos perros, los riesgos para las personas pueden ser mayores lo que ha arrojado una sombra sobre algunas razas de Bully. Debido a esto la Sociedad Americana para la Prevención de la Crueldad contra los Animales ha desarrollado una campaña contra la parcialidad de los medios hacia estas razas.