Si tu mascota repentinamente te gruñe, mordisquea, muerde, vigila o muestra sus dientes afilados, obviamente es porque algo está mal. La agresión puede ser causada por métodos de entrenamiento ineficaces o problemas de salud genéticos. Habla con el veterinario si tu dulce mascota se ha convertido de repente en un perro temerario.
Entrenamiento de confrontación. Los métodos de entrenamiento con confrontación incluyen confrontación directa e indirecta. La confrontación directa incluye, pero no se limita a golpear, patear, quitarle artículos de la boca a tu perro, establecerte como alfa, colocar a tu perro a tu lado con sus patas extendidas, sacudirlo por el moflete, halarlo bruscamente por la correa, frotarle la nariz en un área sucia y darle rodillazos en el pecho cuando salte. Los métodos indirectos incluyen gritos de NO, rociarlo una botella de agua, hacer un sonido brusco con la boca, lanzarle un objeto ruidoso y exponerlo a estímulos que causan miedo. El entrenamiento con confrontación desarrolla el miedo de un perro hacia su dueño y aunque temporalmente corrige un problema, no refuerza los buenos comportamientos, lo que puede provocar una futura respuesta agresiva. Si un perro está temeroso por causa de su dueño, la agresión estará dirigida hacia este para protegerse de un estímulo desagradable o doloroso.
Hipotiroidismo. Si un perro se vuelve agresivo repentinamente hacia su dueño debe tenerse en cuenta la posibilidad de que tenga un problema en el cerebro o de la tiroides, los cuales pueden causar cambios en el comportamiento. El hipotiroidismo es un trastorno endocrino común que se diagnostica más comúnmente en perros que tienen entre 4 y 6 años de edad. Los síntomas que pueden acompañar la agresión por hipotiroidismo incluyen pérdida de pelo, aumento de peso y debilidad. Las razas más afectadas por hipotiroidismo incluyen al Labrador, el Golden retriever, el Salchicha, el Cocker spaniel, el Bóxer y el Rottweiler. El hipotiroidismo es raro en razas pequeñas y gigantes.
Convulsiones. La epilepsia también puede causar agresividad hacia los propietarios. Incluso si tu perro no está teniendo convulsiones en toda la extensión de la palabra, las convulsiones parciales pueden causar rápidos cambios de humor o hacer que tu perro tenga la mirada perdida. La epilepsia puede ser un gran problema para algunos perros pero las convulsiones también pueden tener una causa secundaria como algún elemento químico que sea tóxico en la casa o el jardín, una enfermedad hepática, bajos niveles de calcio en la sangre, enfermedades del riñón, bajos niveles de azúcar en la sangre así como infecciones virales, bacterianas, por hongos o parasitarias. Hay varias razas que tienen predisposición a crisis convulsivas como el Beagle, los Pastores, el Border collie, el Bóxer, el Cocker spaniel, el Collie, el Salchicha, el Golden retriever, el Setter irlandés, el Keeshond, el Labrador retriever, el Poodle, el San Bernardo, el Sheltie, el Huskie siberiano, el Springer spaniel, el Corgis galés y el Fox terrier de pelo duro. Un trauma cerebral o un tumor también pueden ocasionar convulsiones.
Consideraciones. Si tu perro de repente se vuelve agresivo contigo debes buscar atención veterinaria para descartar una posible enfermedad. Las enfermedades en su mayoría pueden ser diagnosticadas y tratadas con éxito. Si una enfermedad no es la causa, solicita la ayuda profesional de un veterinario, un conductista o un adiestrador de perros certificado. Cuando busques un entrenador de perros debes asegurarte de que esté especializado en técnicas de refuerzo positivo, ya que este tipo de formación será menos estresante para tu perro y fortalecerá futuros comportamientos positivos.