Si estás preocupado por la pérdida de una mano cuando se trata de alcanzarle el plato de comida a tu perro, podrías tener un problema. La obsesión por la comida es una cosa real en los perros, y puede conducir a los dos, perro y dueño, a la locura.
La nariz sabe. Los perros experimentan el mundo que les rodea principalmente a través del olfato y el gusto. Es por eso que les encantan mucho los juguetes para masticar, y por qué quieren oler cada centímetro cuadrado del patio antes de encontrar un poco de hierba, lo suficientemente buena como para hacer pis en ella. Dado que el olfato es el sentido dominante al comer, la comida es especialmente tentadora para él, especialmente las cosas fragantes y húmedas. No es exigente, y en la naturaleza, se vería obligado a hartarse junto a su manada en cada oportunidad. Con esto dicho, amar la comida es sólo su naturaleza.
Oh! Los perros son criaturas de hábito, y el hábito puede fácilmente convertirse en obsesión, especialmente con la edad. Los perros son propensos a desarrollar comportamientos obsesivos, como la masticación en ciertos juguetes o dormir en ciertos lugares. Es un poco la idiosincrasia extraña, claro, pero no es dañino. Lo mismo vale para protección de alimentos, otro de los rasgos obsesivos que pueden molestar a los seres humanos, sin que necesariamente suponga una amenaza real. Si tu perro es excesivamente protector de su alimento, ya sea de usted o de otros animales, esto no es un signo de agresión anormal, está en su naturaleza proteger sus recursos. Simplemente dejélo que coma en paz, y si es necesario, secuéstrelo en otra habitación o su jaula durante la hora de comer.
Obsesión y raza. Algunas razas son más propensas a obsesionarse con sus cenas que otros, los animales grandes, como los pit bulls, son más propensos a tener dificultades con las reglas y límites. Son más propensos a atiborrarse en el cuenco y morder a los que se atreven a interrumpir la hora de comer. Puedes frenar este comportamiento mediante la imposición de límites más estrictos, como la alimentación de con una correa o levantar su copa para que coma más lento.
Problemas de la tiroides. Su perro puede obsesionarse con la comida porque su cuerpo no la está procesando correctamente. El culpable en el caso de aumento del apetito pueden ser los niveles bajos de tiroides, por lo que si su pequeño individuo no parece nunca tener suficiente comida, puede necesitar una revisión. El veterinario puede descartar cualquier condición médica que conduzca a la obsesión por la comida, lo que te permite centrarse en las causas del comportamiento.