Elevar el plato de comida de su perro es bueno para su cuello y hombros, especialmente si tienes un perro grande (imagine cómo te sentirías al tener que comer en una mesa pequeña). Si no eliges la altura adecuada, tu perro puede desarrollar problemas graves, incluso mortales si no se tiene cuidado.
Medición de la altura. Si deseas evitarle a tu perro la molestia de agacharse cada vez que quiere comer, elevar su tazón puede ayudar. En primer lugar, mide a tu perro. Sólo una medida cuenta aquí, y es la altura de sus hombros cuando está de pie sobre cuatro patas. Tome esa medida, resta 6 pulgadas, y listo, ahí es donde el fondo de la taza debe estar.
Cronograma de alimentación. Los perros son animales de costumbres, y mientras estén siendo alimentados, por lo general no les importa si el recipiente es elevado o no. Aunque un tazón elevado puede ser más cómodo, lo que a tu perro realmente le importa no es la forma en que come, sino cuándo. Los perros prosperan con una rutina, así que haz todo lo posible para darle de comer a la misma hora todos los días. Dos veces al día suele ser ideal para los perros, pero en algunos casos, es posible que desees darle de comer más a menudo. Los cachorros, por ejemplo, necesitan comer con mayor frecuencia que los perros adultos. Si no estás seguro de con qué frecuencia debes alimentar a tu perro, consulte a su veterinario para su dictamen individualizado.
El problema de hinchazón. La hinchazón es una condición relacionada con la alimentación que mata a miles de perros cada año, y actúa tan rápidamente que es posible que te des cuenta de lo que está pasando hasta que es demasiado tarde. Cuando ocurre la hinchazón, el estómago se hincha hasta alcanzar un tamaño anormal, e incluso a veces se da la vuelta. Se corta el flujo de sangre interno y causa una acumulación letal de gas en el interior del estómago de su perro que lo mata en cuestión de horas. La altura del plato de comida y la forma en que alimentas a tu perro puede influir en si esto sucede o no.
Evitar que coma rápido. Aunque los expertos reconocen que las causas exactas de esta enfermedad no están del todo claras, comer demasiado rápido y el uso de un recipiente demasiado bajo pueden ser factores de riesgo. Existen dos soluciones al dilema, en primer lugar, se puede alimentar a su perro con comidas más frecuentes y pequeñas. Esto le impide engullir una porción masiva, que puede causar hinchazón. En segundo lugar, puedes darle de comer un recipiente de alimentación lenta. Este tipo de cuenco tiene formas moldeadas en la parte inferior, que lo obligan a comer poco a poco a su alrededor, evitando eficazmente que coma demasiado rápido, una causa conocida de la hinchazón.