Su perro espera pacientemente a que termines tu carne, sólo con la esperanza de una mordedura o un hueso. No ceda: los huesos de carne pueden llevar a su mascota a una noche en la clínica veterinaria. Siempre consulte a un veterinario con experiencia en cuanto a la salud y el tratamiento de su mascota, incluyendo si actúa diferente después de consumir un hueso.
Problemas dentales. Los huesos de ganado son duros y se vuelven aún más difíciles cuando se cocinan, y los dientes rotos por masticar estos huesos son una razón común para las visitas veterinarias. Una vez que el diente se rompe, su perro es susceptible a la descomposición, que puede conducir a un dolor significativo si la raíz del diente está expuesto. La infección también puede propagarse a los dientes adyacentes.
Preocupaciones digestivas. Las piezas afiladas de los huesos de carne pueden causar cortes dolorosos en la boca de su perro, lengua y esófago. En casos más graves, las partes del hueso s pueden alojarse en el esófago o la tráquea. Si un hueso se queda atascado en el esófago, su perro se arqueará en un intento de desalojar el hueso, pero incluso si su perro regurgita el hueso, el daño puede estar causado ya por pequeñas piezas que cortan el esófago de su perro. Si un hueso se ha quedado atascado en la tráquea, obstruirá la vía aérea y tendrás una emergencia médica que requiere intervención veterinaria inmediata.
Los trastornos digestivos pueden ser causados por bacterias con el coli y la salmonella, ya que un hueso de res crudo puede echarse a perder a los pocos días, cocinar el hueso no resuelve el peligro bacteriano; los huesos cocinados se astillan con facilidad y causan laceraciones intestinales, haciendo a su perro propenso a una peritonitis, una infección bacteriana sistémica que puede ser mortal, y se trata con antibióticos. Los huesos grandes que se traguen pueden alojarse en los intestinos de su perro, y una obstrucción intestinal puede requerir cirugía. Si la obstrucción no se trata, el perro puede morir dentro de los tres días, a partir de la pérdida de líquidos, o de hambre en un mes, dependiendo de la ubicación de la obstrucción.
Alternativas. Los juguetes para masticar, hechos de un material duradero se pueden llenar con las golosinas favoritas de su perro, por lo que su mascota conseguirá una sabrosa recompensa sin dejar de cumplir con sus instintos de masticación, y es mentalmente estimulado por el esfuerzo que se necesita para obtener las golosinas. Varios huesos artificiales en el mercado pueden proporcionarle la misma satisfacción. Asegúrate de elegir los productos adecuados para el tamaño del perro y de resistencia al masticar.