Cuando se trata de alimentar a nuestros perros, una «tabla de alimentos» puede ser una adición saludable a la dieta de tu mascota. De hecho, la mayoría de las personas consideran a sus perros miembros de la familia, por lo que compartir sus alimentos no es una idea descabellada. Aunque no se puede sentar en una silla a un San Bernardo ya que podría necesitar un sofá, hay varios alimentos saludables que puedes darle y que se encuentran en tu dieta diaria.
La historia apoya la idea de compartir los alimentos con los perros. A lo largo de la historia nuestros antepasados se acurrucaban al lado de sus perros junto a las fogatas y les daban porciones de la cosecha del día. Para el San Bernardo, que se originó en Suiza, estos alimentos estaban específicamente basados en lo que estaba disponible en esa región. Los dueños del San Bernardo actual pueden utilizar esa información para servirle a sus mascotas alimentos diseñados para que coincidan con su antecedente genético e historia dietética.
Las porciones de carnes específicas para un San Bernardo. Como la mayoría de los perros, el San Bernardo probablemente aceptará cualquier carne que se le ofrezcas ya que esta debe ser la base de la dieta de cualquier perro. Históricamente la composición genética del San Bernardo está codificada para reconocer los alimentos de su lugar de origen, en cuyo caso se incluyen el cordero y las aves. Los dueños pueden ofrecerle cortes magros de carne de cordero y aves de corral, especialmente si su mascota no está acostumbrada a estos ingredientes de manera fresca y entera.
Verduras específicas para darle a un San Bernardo. Aunque la carne es la base de su dieta, los dueños también deben darle verduras a sus perros. La historia del San Bernardo sugiere que los vegetales apropiados para la raza incluyen verduras y hortalizas de raíz. Las demás hortalizas y frutas también pueden dársele. Los antepasados de los perros comían no sólo la carne de sus presas sino también los vegetales parcialmente digeridos que quedaban dentro de estas. Igualmente hurgaban buscando frutos secos y otros vegetales. Por lo tanto, las verduras siguen siendo una parte importante de su dieta.
Debes hacer las cosas con calma. Cualquier cambio en la dieta debe hacerse de forma gradual para reducir el riesgo de reacciones adversas como malestar de estómago o de otro tipo. De seguro no quieres tener que llevar a tu San Bernardo al veterinario. Si tu gigante gentil no está acostumbrado a comer carnes, verduras y otros alimentos de la tabla en su forma entera y fresca, comienza con pequeñas cantidades cocidas. Una pauta general es agregar de un 10 a un 25 por ciento de la nueva comida a la semana y controlar la respuesta del cachorro.
Conclusión. Si lo haces con cuidado puedes compartir alimentos de tu dieta con tu San Bernardo. Las aves de corral, el cordero y las verduras son opciones saludables que se encuentran en su dieta histórica. Como sabes, tu perro es un individuo que comerá todos los alimentos que encuentre. Si responde mal a ciertos alimentos lo mejor será quitárselo. Con cautela tu San Bernardo podrá unirse al resto de tu familia en sus aventuras culinarias alrededor de la mesa o el sofá.