¿Fuiste atraído por el retozo simpático del Bichon Frise? o la manera en que rebota alegremente, uno no puede imaginar que este algodonado perrito tenga algo más que un carácter alegre y juguetón. No obstante, esta raza puede volverse ansiosa como respuesta al estrés. Aprende cuáles son las señales y cómo lidiar con el problema.
Síntomas. Si notas que tu Bichon Frise ladra más de lo normal, es posible que sea por ansiedad. Cada Bichon puede mostrar ansiedad de manera diferente. Además de los ladridos excesivos, otros signos de ansiedad pueden incluir, temblores, lamerse, gemidos y jadeos. Tu mascota puede incluso mostrar hábitos destructivos como signos de ansiedad mediante la masticación de los muebles u otros objetos o eliminar en lugares inusuales e inaceptables como dentro de la casa y encima de los muebles.
Causas que originan ansiedad. Debido a que tu Bichon frisé es un perro sociable, amable y cariñoso, es posible que pueda sufrir ansiedad por separación si es alejado de tu lado o si realizas un viaje de negocios o vacaciones. Es un problema más serio de lo que muchos propietarios piensan y debe ser tratado como tal y lo más rápido posible para aliviar el estrés mental del perro. La separación no es la única causa de ansiedad. Otras causas pueden ser producto de ruidos fuertes como fuegos artificiales, truenos o la cortadora de césped, provocando que tu mascota se torne ansiosa durante una tormenta o cuando ve llegar al jardinero. Incluso una mudanza a una nueva casa puede hacer provocarle ansiedad. Un Bichon Frise necesita que su dueño sea el líder porque de no estar completamente seguro de quién está a cargo, puede padecer también de ansiedad.
Tratamiento. La mejor manera de tratar la ansiedad de tu Bichon Frise es reduciendo el nivel de miedo y nerviosismo que experimenta ayudándolo a lidiar de manera positiva y constructiva con las situaciones estresantes. Los veterinarios sugieren la búsqueda de un lugar en la casa donde la mascota se sienta segura. El entrenamiento del cajón es una solución dirigida específicamente a hacer frente a la ansiedad, independientemente de la causa. Enseñar a tu perro que su caja es un refugio en cualquier momento, le dará un lugar para retirarse cuando sienta ansiedad. La exposición gradual a las situaciones que le producen ansiedad también le ayudará. Por ejemplo, si tu Bichon Frise se ve afectado por los ruidos fuertes, escucha la radio a un nivel que pueda tolerarlo y no tan alto que provoque signos de ansiedad. Mientras esté escuchando la radio, recompénsalo con tranquilidad amorosa e incluso con algunas golosinas. Aumenta progresivamente el volumen cada vez que hagas esto para que pueda acostumbrarse gradualmente al ruido más fuerte. En casos graves se recetan medicamentos para equilibrar el estado de ánimo de tu Bichon. En caso de que los medicamentos que prescriba el veterinario no surtan efecto, habla nuevamente con él para que le mande uno nuevo.
La fiera dentro de mi Bichon. Puedes evitar que la ansiedad de tu cachorro se convierta en algo aterrador. Para esto es recomendable el entrenamiento de obediencia y la socialización estableciéndote como líder. La creación de situaciones en las que tu cachorro se enfrente a nuevos panoramas, sonidos y personas también es importante. Esto le dará confianza y le enseñará a no temer ante nuevas situaciones. La formación en una clase de cachorro es una solución eficaz ya que le proporciona beneficios de formación además de exponerlo a nuevos entornos, diferentes perros, personas y olores. Además, debes fomentar la independencia de tu mascota. Enséñale a sentarse o tumbarse en una colchoneta, en una zona que esté separada de la zona de mayor actividad de la casa. Anímalo a dormir allí y dale juguetes que no pueda llevar a otra parte de la casa (los que se sujetan a un poste por ejemplo). Si tu Bichon Frise ha sido entrenado correctamente, ha estado expuesto a situaciones nuevas y se ha animado a jugar de forma independiente así como a interactuar con tu familia, va a ser menos propenso a convertirse en un perro ansioso.